Antes no lo entendia.Aun no se si todavia lo entiendo.
Al llegar las Navidades Americanas,las secas,frias,vacias,rancias Navidades norteamericanas,por supuesto que todo michero con un corazon y sangre que lo mueva
no puede mas que pensar en la Navidad de Miches,la alegre,exhilarante,extenuante,
y enloquecedora Navidad michera.Los lechones,las teleras,el chivo,pollo asao,
la ensalada rusa de orden,las empanadas de carne.Es como si en Navidades se invir-
tieran los papeles,los E.U. se convierte el el pais pauperrimo y menesteroso,y la
Republica en la tierra que brota leche y miel;nadie sabe de donde sale tanta comida,
tanto desborde,derroche,y deproporcion.En el frigido New York,calles vacias,vitrinas apagadas,Times Square empty,como si lo turistas supieran que no hay nada que buscar.
Por algo sera que la salsa aquella glorifica "el verano en NY",nada que ver con las navidades.
La amarga desnudez de sentimiento de la "cristmass" gringa no escapaba del ojo avisor de mi progenitor.Mi padre tambien,aunque ya idos las años parrandear,tambien extrañaba la navidad michera.Coraje me daba cuando al hablar del tema,y yo preguntarle que mas extrañaba,el me decia sin comtemplacion:"la tambora e' William...
La tambora e william?,La tambora e' William?,Y el lechon,los lerenes,el ponche crema
de oro,el moscatel caballo blanco?De todas las cosas que hacen las navidades de miches excelsas usted extraña la tambora e William?
Ahora William era un ciudadano de poca monta,un hombre con el cual durante todo el año mi papa no cruzaba palabra,es mas William ni se mencionaba en ningun lugar...
Ah,pero cuando la brisa de octubre llegaba a coquetear con los yagrumos,y dejaba su esperma fertil cundido entre los alamos y las matas de almendras,cuando noviembre llegaba,estrafalario,silencioso,arrastrando los pies por la San Antonio,cuando llegaba la noche anticipada...mi papa se paseaba nervioso por la sala;todo estaba
ya listo;las empanadas habian resistido el feroz ataque de moro,robert,un servidor
y otros mas,la mesa servida e impecable,las pasas en sus funebres racimos;sin embargo
el viejo "paraba" el oido,mendigaba con la vista la esquina de Ciro,luego al rato,casi de sorpresa,ahi estaba,la parranda navideña,la guira,la guitarra,la botelli
ta de aceite y el palito con su tipico tin,tin,ah, y William!y su tambora por supuesto!repicaba en aire como un grito de Independencia,el grito aullante del cuero
agredido,el ta,ta,turucutum inmortal y glorioso,la algarabia de todo el mundo...
Que importaba que William solo andara "buscando lo suyo",que importaba que no se volvieran a cruzar palabras por un año,lo que importaba era que William,su tambora y su trulla habian llegado,y en Miches por lo tanto oficialmente habia llegado la Navidad.Creo que ahora entiendo.
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