Miches, afectado por el desempleo y el narcotráfico
Policías de La Mina no tienen vehículos y se trasladan en bicicletas; cuarteles están destartalados
MICHES. A pesar de que muchos lo ven como la meca de los viajes ilegales y tener grandes atractivos turísticos, Miches opera como un pueblo fantasma, rodeado de miseria, afectado por el desempleo y un crecimiento de las actividades del narcotráfico.
Esta localidad ahora vive de las remesas que envían quienes han logrado establecerse en Puerto Rico, después de zarpar en frágiles embarcaciones, y de las operaciones del narcotráfico, que opera aquí con tenebroso sigilo.
Playas, bahía La Gina, lagunas Limón y Redonda, así como más de siete elevados saltos de agua, son de los atractivos turísticos, opacados por el deterioro de las vías de acceso y la falta de industrias que empleen la mano ociosa de hombres y mujeres, que toman las yolas para llegar a la Isla del Encanto, para no dejarse morir de hambre.
“Si el infierno tiene una sucursal, esa está en la carretera que enlaza a Sabana de la Mar con Miches y a Miches con El Seibo”, expresa el concejal del Partido Reformista Social Cristiano, Pedro Peralta.
Miches tiene más de tres meses sin el servicio de agua por las tuberías del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), debido a que el viejo acueducto, construido en la era de Trujillo, colapsó.
Además, los viajes ilegales siguen saliendo, ante la mirada indiferente de las autoridades de la Armada Dominicana, que según se ha denunciado, cobran peajes por cada embarcación que zarpa.
Las operaciones del narcotráfico en la zona han desplazado las tradicionales actividades comerciales como la pesca, ganadería y la agricultura. Otro problema social que afecta a Miches, es que la falta de empleos obliga a muchas jóvenes, entre 16 y 25 años, a prostituirse.
En ese sentido, los centros de diversión presentan más jovencitas para ofrecer placeres que clientes. Estos negocios y las bancas de loterías han aumentado, incrementándose de esa forma la miseria.
Precariedades en cuarteles
Cuando una persona delinque en los distritos municipales de El Cedro y La Gina de Miches, la amarran en verjas de casas, porque los cuarteles son de madera, no tienen cárceles en condiciones, carecen de agua potable, transporte y están a punto de desplomarse por el deterioro que presentan. Mientras, en el destacamento La Mina, el principal problema es la falta de vehículos, ya que los agentes se movilizan en bicicletas. Los agentes viven de “bocados” que suministran vecinos, porque su salario de RD$5,000 y RD$6,000 no les da ni para el pasaje de regreso a sus casas.
Esta localidad ahora vive de las remesas que envían quienes han logrado establecerse en Puerto Rico, después de zarpar en frágiles embarcaciones, y de las operaciones del narcotráfico, que opera aquí con tenebroso sigilo.
Playas, bahía La Gina, lagunas Limón y Redonda, así como más de siete elevados saltos de agua, son de los atractivos turísticos, opacados por el deterioro de las vías de acceso y la falta de industrias que empleen la mano ociosa de hombres y mujeres, que toman las yolas para llegar a la Isla del Encanto, para no dejarse morir de hambre.
“Si el infierno tiene una sucursal, esa está en la carretera que enlaza a Sabana de la Mar con Miches y a Miches con El Seibo”, expresa el concejal del Partido Reformista Social Cristiano, Pedro Peralta.
Miches tiene más de tres meses sin el servicio de agua por las tuberías del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), debido a que el viejo acueducto, construido en la era de Trujillo, colapsó.
Además, los viajes ilegales siguen saliendo, ante la mirada indiferente de las autoridades de la Armada Dominicana, que según se ha denunciado, cobran peajes por cada embarcación que zarpa.
Las operaciones del narcotráfico en la zona han desplazado las tradicionales actividades comerciales como la pesca, ganadería y la agricultura. Otro problema social que afecta a Miches, es que la falta de empleos obliga a muchas jóvenes, entre 16 y 25 años, a prostituirse.
En ese sentido, los centros de diversión presentan más jovencitas para ofrecer placeres que clientes. Estos negocios y las bancas de loterías han aumentado, incrementándose de esa forma la miseria.
Precariedades en cuarteles
Cuando una persona delinque en los distritos municipales de El Cedro y La Gina de Miches, la amarran en verjas de casas, porque los cuarteles son de madera, no tienen cárceles en condiciones, carecen de agua potable, transporte y están a punto de desplomarse por el deterioro que presentan. Mientras, en el destacamento La Mina, el principal problema es la falta de vehículos, ya que los agentes se movilizan en bicicletas. Los agentes viven de “bocados” que suministran vecinos, porque su salario de RD$5,000 y RD$6,000 no les da ni para el pasaje de regreso a sus casas.
De Manuel Antonio Vega