Nunca supe su verdadero nombre y apellido;para serle franco,lo menos que le interesaba a mi fragil y osea complexion de nueve añitos de edad era acercarme al individuo y pedir su cedula o licencia de conducir.Solo se que le tenia miedo.Un miedo primario y auto-conservativo,un miedo
demasiado grande para poder sacudirlo u ocultarlo,un miedo demasiado grande para mis nueve años,un miedo mayor que mi capacidad de logica y razonamiento.
Es que Luis Pichon comia carajitos.Siempre andaba con un saco al hombro,talvez una de sus victimas,o talvez lo que quedaba de ellas.Ninguno de nosotros sabia donde vivia ni de donde venia,asi que si Victor o Moreno querian meterme miedo solo tenian que decir no te vayas por
ahi que por ahi vive Luis Pichon...Parece que solo comia menores,porque lo veia conversar con
los adultos como si nada,de hecho nada me molestaba mas que verlo llegar a mi casa y sentarse
a conversar con mi papa,y agarrarme por la muñeca y tentarme como para ver si estaba gordito y preguntarle a mi papa si dejaba que el me llevara,que el necesitaba un muchachito como yo...!
ah,mi papa se reia,con una de esas sonrisas de mi papa de oreja a oreja,no puedo mentirle asi que le dire que en esos momentos odiaba al viejo,mire que permitir que un asesino como ese lo visitara y hasta le suguiriera semejantes barbaries,y que de decir de mi corazon,me latia a ochenta mil.
Luis Pichon era un viejo alto,moreno,con una sonrisa bonachona pero como que medio diabolica al mismo tiempo.pobre,bien pobre,de hecho antes de empezar a describirlo debi haber dicho pobre primero.Antes que alto o moreno o cualquier otra cosa era pobre,y creo que eso daba aun mas miedo.No llegue a conocerlo mucho,el miedo me impedia interesarme mucho por su bienestar.Solo oia los cuentos de los muchachos mayores,de como anoche en el Asfalto desaparecio un niño y se creia que habia sido Luis Pichon.O una bruja,tampoco hay que olvidarse que segun Guicho en Miches tambien habian brujas que con sus trompas le chupaban el ombligo a los carajitos.
Los muchachos al verlo le tiraban piedras,el se enfurecia y trataba de caerles atras.Yo queria,
pero no podia,el miedo a que este señor viniera de noche a casa por la ventana y zapete! al saco.
(recuerden que el sabia donde yo vivia).A veces estaba reunidos un grupito de diez o doce muchachos,y el con sus poderes magicos,llegaba sin que nos dieramos cuenta,y a correr,nos desparpajabamos como las garzas del paso de Mario.
No se si ya se murio,o se mudo a otro pueblo,debe haberse muerto,hace tanto tiempo de eso...
No se si ahora mismo en mi pueblo alguien ocupe su lugar;espero que si.porque ahora que reflexiono los Luis Pichones hacen falta en los pueblos,para coartar ese brio que de niños te-
nemos,y esa mente tan rapida que no nos deja pensar a la hora de enfrentarnos aun peligro.
Es necesario ese algo que nos asuste y nos oblige a entender que hay cosas superiores a nosotros,a las cuales debemos temer,y porque no decirlo,que nos acerque mas a Dios.
Quisiera verlo.Quisiera encontrarmelo en la calle y meterle 20 pesos en los bolsillos.Quisiera verlo,salir a caminar por las calles del pueblo con Derek y Daniel,y dejar que los agarre por las muñecas y los tiente a ver si estan gorditos,y me pregunte si permitiria yo que el se lleve a
su casa uno de ellos,y al ver la cara de ellos,reir,reir a carcajadas y oreja a oreja....
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